El suboficial Rolando Dávalos González, que recibió un disparo en la cabeza durante un procedimiento policial en Limpio, sigue internado en terapia intensiva, evolucionando favorablemente. Sin embargo, los médicos admiten que el uniformado quedará con secuelas neurológicas tras lo sucedido.
Tras recibir un disparo en la cabeza durante un procedimiento policial, el suboficial del departamento de Antinarcóticos, Rolando Dávalos González (23), sigue evolucionando favorablemente tras ser sometido a una nueva intervención quirúrgica en el hospital de Policía Rigoberto Caballero.
Sin embargo, según manifestó el doctor David Torres, director del centro asistencial, el uniformado podría quedar con secuelas si logra superar su estado crítico.
“La experiencia nos hace predecir que sí habrá consecuencias, por el estado y las lesiones que sufrió. Es imposible que se recupere y sea 100% normal, esperamos que sea lo mínimo de incapacidad”, afirmó en comunicación con radio Monumental 1080 AM.
Dávalos está internado en terapia intensiva tras ser operado en la noche del domingo, debido a una complicación. Los médicos colocaron un dispositivo para drenar un sangrado que presenta en la cabeza.
En el tiroteo, que se produjo el pasado viernes, también quedó herido el suboficial William Ariel Pico Merlos (26) que recibió un disparo de arma de fuego en la mano y se encuentra fuera de peligro.
Ambos se disponían a verificar un vehículo y a sus ocupantes, que estaban en la vía pública, cuando recibieron los disparos.
Quedaron detenidos como sospechosos, Joel Jonás Martínez Insfrán (19); su madre, Gabriela Insfrán Giménez (45), Oliver Marcelo De León Recalde (21) y Noelia Noemí Ramos de Maldonado (31). Todos ellos cuentan con antecedentes por posesión y comercialización de drogas y otros delitos.
Los agentes se incautaron de más de 8 kilos de cocaína, además, de tres aparatos celulares y la suma de G. 800.000; un automóvil de la marca Toyota, modelo Vitz, de color negro; un arma de fuego, tipo revólver, calibre 22; un arma de fuego, tipo revólver, marca Doberman, calibre 22; varios cartuchos y dos vainillas servidas del mismo calibre.
Fuente: Última Hora