La Policía Nacional defendió el uso de la fuerza en la manifestación convocada por la Generación Z en el microcentro de Asunción. El comandante Carlos Benítez aseguró que los jóvenes movilizados alentaban la desobediencia y buscaban provocar incidentes desde el inicio de la protesta.
En conferencia de prensa, Benítez calificó a los participantes como vándalos y argumentó que existían narrativas violentas difundidas en redes sociales antes de la marcha. Según detalló, en el marco de un trabajo de inteligencia se detectaron mensajes que incitaban a quemar, explotar y portar armas caseras, lo que justificó el despliegue masivo de efectivos.
El operativo contó con la participación de 3.000 policías para un máximo de 350 manifestantes, según cifras oficiales. Benítez explicó que la medida respondió a la necesidad de proteger instituciones públicas, entidades financieras, locales comerciales y espacios turísticos del microcentro capitalino.
El jefe policial señaló además que en los retenes instalados en diferentes accesos fueron incautados cuchillos, balines y honditas. Aunque no se exhibieron pruebas en la conferencia, sostuvo que esos elementos confirmaban las intenciones de generar disturbios. También acusó a los jóvenes de resistirse a los controles y de buscar victimizarse ante la opinión pública.
En la misma línea, el viceministro de Asuntos Políticos, Óscar Campuzano, defendió los retenes policiales en el microcentro. Afirmó que la instrucción del Ejecutivo fue clara y que los controles debían realizarse como en cualquier evento público, comparando la manifestación con espectáculos en espacios privados.
Pese a estas explicaciones, continúan las críticas de manifestantes y organizaciones sociales. Al menos 31 jóvenes permanecen detenidos tras la movilización y sus compañeros mantienen una vigilia frente a la Agrupación Especializada. Denuncian que varios de los aprehendidos fueron interceptados cuando ya se retiraban de la protesta y que habrían sido sometidos a malos tratos.
El comandante Benítez adelantó que en futuras movilizaciones se reforzará la presencia policial con más efectivos. Según sus declaraciones, el objetivo es garantizar el orden y prevenir desmanes en espacios céntricos que concentran actividades comerciales y turísticas.
La Fiscalía informó que se abrió una carpeta investigativa por supuestas amenazas e incitación a la violencia. Mientras tanto, el contraste entre la versión institucional y las denuncias ciudadanas mantiene el debate abierto sobre el respeto a los derechos en el contexto de manifestaciones públicas.
Fuente: RDN
