El líder del clan Rotela, Armando Javier Rotela, y otros ocho reclusos fueron imputados en el marco del operativo Veneratio, realizado hace siete días en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú y que dejó como resultado 12 fallecidos y más de 80 heridos.
El Ministerio Público formuló imputación contra nueve reclusos, entre ellos el líder del clan Rotela, Armando Javier Rotela, por la presunta comisión de hechos punibles de motín de internos, transgresión a la Ley de Armas y asociación criminal.
Los demás imputados son Milciades Giménez Prieto, César Ramón Ortiz Sosa, Juan Valentín Insfrán Espínola, Miguel Ángel Saravia Medina, Lucas Ramón Duarte Rolandi, Óscar Ariel Cabello Azcona, Arsenio Erico Alvarenga Sosa y Alan Ricardo Caballero.
Todos ellos fueron procesados en calidad de coautores, de acuerdo con la Fiscalía.
Las imputaciones fueron formuladas por los fiscales Fátima Girala, Miguel Quintana y Marcial Machado con base en la “existencia de indicios de sospecha suficientes” sobre los hechos punibles mencionados.
Antecedentes de la causa
La apertura de la causa se dio tras la operación Veneratio, que se ejecutó el pasado 18 de diciembre y por la cual se logró recuperar el control de Tacumbú.
En la causa se mencionan como antecedentes que media hora antes del ingreso de los policías, a las 04:30, se escucharon explosiones y gritos provenientes del interior del penal.
Armando Javier Rotela, sindicado como el líder del clan Rotela y de la organización criminal autodenominada La Jungla, había ordenado a sus principales colaboradores (los otros ocho imputados) a atrincherarse en uno de los portones de acceso para impedir el ingreso de las fuerzas públicas al penal, de acuerdo con la investigación del Ministerio Público.
Desde allí se arrojaron explosivos y todo tipo de objetos contundentes contra los policías, lo que obligó a usar el camión blindado para avanzar hasta el interior del penal.
Sostienen, además, que por órdenes de Rotela, los internos subieron a los techos de los distintos pabellones para lanzar objetos contundentes y cortopunzantes.
Durante el operativo se generó un violento enfrentamiento entre policías y reclusos que duró alrededor de tres horas, dejando como resultado la muerte de 11 reclusos y de un agente del Grupo Lince, identificado como Martín Mendoza.
Además, alrededor de 41 policías y 40 reclusos resultaron con heridas leves y graves, de acuerdo con los datos.
Con el operativo, se logró el traslado de 708 reclusos a otras penitenciarías del país.
Se incautaron de armas de fuego como fusiles 7.62, escopetas, pistolas, puñales, clavos miguelitos, explosivos en gel y de fabricación casera tipo molotov, lanzas, entre otros objetos.
Dos días después, las autoridades encontraron un túnel con drogas, armas caseras, dinero, bebidas alcohólicas, entre otros elementos, que pertenecerían a Armando Javier Rotela, líder del clan Rotela.
Fuente: Última Hora