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Paraguay se «estrelló» ante el palo en su estreno en las Eliminatorias

La Selección Paraguaya terminó con un sabor agridulce este jueves en Ciudad del Este, en su estreno en las Eliminatorias Sudamericanas camino al Mundial 2026. Si bien jugó un gran partido, proponiendo y siendo punzante, terminó igualando sin goles ante un flojísima Perú, que casi se terminó llevando el premio mayor con un tiro lejando de Paolo Guerrero.

Paraguay tuvo un primer tiempo rápido y furioso, casi perfecto de no ser por la falta del grito sagrado. Ramón Sosa, quizás el menos esperado, pero solo porque le faltaba rodaje en la selección, se robó el show con su endiablada velocidad, que forzó la amonestación de dos rivales y la expulsión del experimentado, Luis Advíncula, justo antes del entretiempo.

La Albirroja presentó de entrada su libreto. Diego Gómez metió un pase a profundidad hacia «Amiguito», quien encendió el turbo y se mandó una gran carrera; terminó ganando el tiro de esquina luego de probar un mano a mano con su marcador. La respuesta de Perú no se hizo esperar, forzó un córner y del balón parado estuvo a punto de marcar en el minuto 2, de no ser por la aparición oportuna de Robert Rojas.

Otra de las buenas noticias para el combinado guaraní es que volvió a recuperar su fortaleza aérea y generó peligro en cada balón parado. En el minuto 6, a partir de un tiro de esquina, Ramón Sosa estuvo muy cerca de romper el cero, pero no logró patear el balón con comodidad.

«Sosita» trasladó su gran momento en Talleres de Córdoba a la Selección Nacional. Fue creciendo poco a poco y fue un dolor de cabeza para la defensa incaica. En el minuto 14 agarró un balón en el mediocampo y protagonizó una infernal corrida que fue frenada por Advíncula con una dura entrada. El lateral de Boca Juniors fue castigado con la tarjeta amarilla.

En el minuto 16 fue el turno de Diego Gómez, quien sacudió con un tiro libre potente que encontró la magnífica respuesta de Pedro Gallese, quien se iba a convertir en un muro infranqueable.

El árbitro del partido, el uruguayo Andrés Matonte, merece un párrafo aparte por su pésima actuación. Todas las divididas para el conjunto rival, muchas apreciaciones erróneas que siempre «favorecían» al equipo visitante.

En el minuto 23, Gabriel Ávalos ganó en el juego aéreo y su cabezazo pegó en la mano de Luis Abram, defensor incaico. El juez del compromiso no sancionó nada y desde el VAR tampoco lo llamaron. Una acción similar tuvo lugar un poco después, con una peinada de Gustavo Gómez, capitán guaraní, quien salió disparado a protestar la pena máxima; la pelota pegó en la mano de André Carrillo aunque antes se desvió en su cabeza.

En el minuto 26 hubo otra jugada de peligro para el dueño de casa. Diego Gómez lanzó un centro preciso desde el córner y el balón terminó estrellándose en el palo tras una peinada de Fabián Balbuena.  La respuesta de Perú volvió a ser rápida. En la siguiente jugada, Andy Polo llegó hasta el área paraguaya y le pegó con la derecha, pero el balón terminó afuera.

Miguel Almirón volvió a ponerle muchas ganas, pero volvió a carecer de claridad. En el minuto 34 armó una gran acción, dejó rivales por el camino y sacudió con la zurda, pero encontró la buena intervención de Gallese.

El partido cayó en un pozo, pero la Albirroja volvió a sacudirse justo antes del entretiempo. Ramón Sosa encaró, recibió una infracción de Luis Advíncula, el árbitro le mostró la segunda amarilla y expulsó al jugador peruano.

De ese tiro libre, en el minuto 45, Diego Gómez disparó de manera fantástica pero el balón terminó estrellándose en el travesaño, dejando con ganas de grito sagrado a la afición albirroja, que alentó toda la noche.

-Segundo Tiempo-

La expulsión de Advíncula terminó repercutiendo de manera negativa en la Selección Paraguaya, porque si bien tuvo dominio absoluto de balón en el segundo tiempo, terminó chocando una y otra vez con el frontón defensivo del rival. Además, los jugadores incaicos se pasaron en el piso y perdiendo todo el tiempo del mundo ante una pasividad y permisividad absoluta del árbitro uruguayo.

El entrenador de Paraguay, Guillermo Barros Schelotto, se tardó demasiado en los cambios y salvo el ingreso de Alejandro Romero Gamarra, se equivocó en las demás modificaciones; no era lo que pedía el partido.

El «Kaku» saltó al campo de juego en el minuto 65 y en la primera que tuvo ya frotó la lamparita y se fabricó una jugada mágica. Filtró de gran manera la pelota, dejó cara a cara a Miguel Almirón con Pedro Gallese, pero el jugador del Newcastle United definió con un disparo débil y perdió la pulseada con el golero incaico.

Fuente: Versus

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