El adolescente de 12 años que fue víctima de agresión el 6 de marzo pasado en un colegio de Asunción, fue dado de alta este martes, luego de haber estado en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI).
El padre del adolescente manifestó a NPY que después del mediodía de este martes su hijo recibió el alta médica. El joven estaba internado, tras recibir un golpe en la cabeza por parte de compañeros en circunstancias aún no esclarecidas, en un colegio religioso de Asunción.
Explicó que los médicos le dijeron que ahora comienza un largo proceso de recuperación con fisioterapeuta.
“De repente no le salen las ideas que él quiere transmitir. No nos dieron una fecha específica de reposo”, expresó.
El colegio religioso emitió un escueto comunicado en el cual aseguraron haber aplicado “todos los procedimientos correspondientes al suceso” y que se encontraban en permanente comunicación con los padres del afectado, evitando brindar detalles.
Señalaron, además, que toda la información sobre lo ocurrido se encuentra a disposición de las autoridades del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y del Ministerio Público.
El hecho ocurrió el miércoles 6 de marzo, en el patio del colegio, donde el afectado habría recibido patadas y una de ellas en la cabeza por parte de otro estudiante de grado superior, por lo que se encontraba en estado grave y en coma inducido.
Desde la Asociación de Padres del colegio indicaron que todo sucedió de manera accidental durante un partido de fútbol, en medio de una disputa por el balón en el que la víctima habría caído al piso tras chocar con un compañero. En la caída, habría sufrido un fuerte golpe en la cabeza.
Sin embargo, el abogado de la familia de la víctima, Valentín Domínguez, denunció que el niño fue blanco de bullying de un grupo de alumnos y que luego el agresor le propinó una patada y cayó al suelo, donde habría recibido otro puntapié en la cabeza, lo que le produjo una lesión severa.
En comunicación con radio Monumental 1080 AM, Domínguez agregó que los profesores, supuestamente, se negaron a brindar los datos del agresor. Y, además, habrían demorado una hora y media para avisar a los padres, ya que estaban esperando que el niño vuelva en sí después de la lesión recibida. El hecho habría ocurrido a las 10:00 y le dieron aviso a las 11:30, reveló el profesional.
Los nombres del colegio, del adolescente y de su padre se omiten en cumplimiento del artículo 29 del Código de la Niñez y la Adolescencia, que prohíbe la publicación de datos que permitan identificar a los niños en situación de vulnerabilidad.
Fuente: Última Hora