Ante la ola de asaltos en los últimos tiempos, Brasil ha puesto en marcha una inédita iniciativa para que las mujeres dejen de esperar solas el autobús a mitad de la noche, transformando las paradas en paneles táctiles capaces de hacer videollamadas con una central de atención.
Abrigo Amigo es el nombre que lleva el nuevo proyecto de Brasil, con el que se busca evitar que las mujeres sigan esperando solas el bus por las noches y que empezó a implementarse ya este martes, no sin dificultades técnicas. Su ejecución arrancó en São Paulo, la ciudad más poblada de Sudamérica y cuyos índices de seguridad se han deteriorado en los últimos años, sobre todo en su centro histórico.
La idea se fundamenta en un concepto simple: hacer compañía. Ese es el objetivo que impulsó a la empresa Eletromidia a revolucionar algo tan ordinario como una parada de autobús.
¿Cómo funciona? Entre las 20:00 de la noche y las 05:00 de la madrugada, el espacio de las marquesinas reservado para anuncios publicitarios se convierte en una gran tableta que apela al pasajero con el siguiente mensaje: «¿Necesitas compañía hasta que llegue el autobús? Te ayudamos”.
Basta con colocar la palma de la mano en la pantalla y automáticamente se inicia una videollamada que conecta con un equipo de mujeres formadas específicamente para saber cómo actuar ante posibles situaciones de riesgo.
“Me ha parecido genial”, dice a EFE Larissa Maria Rodrigues, trabajadora en una firma de telemarketing, tras hablar unos segundos con una de las ‘guardianas’ en una parada del decaído centro de São Paulo, donde entre enero y julio se ha registrado un robo cada 30 minutos, según datos oficiales.
En esta parada de la Plaza de la República, la sensación de inseguridad aumenta a medida que avanza la noche. Los drogodependientes se mezclan con los sintechos, mientras merodea de forma sospechosa un trío de jóvenes con máscaras en bicicleta.
Hay una patrulla de policías en medio de la plaza que asiste despreocupada una pelea entre dos mendigos. Y en medio de todo eso, pasajeros con los brazos cruzados y mirada intranquila mientras esperan a su colectivo.
Esperar o salir corriendo
A Gabriele de Souza, de 23 años, le queda un largo camino hasta Osasco, en la zona metropolitana. Dice que acostumbra esperar con un grupo de amigos porque sola “corre el riesgo de ser asaltada en cualquier momento”. “Ya me pasó y tuve que elegir entre salir corriendo o esperar el autobús. Elegí correr”, relata.
Uno de los pilares de la iniciativa es la seguridad, ya que en caso de que ocurra algún incidente durante la videollamada, que es grabada en todo momento, la central activará a la Policía.
Los hombres que estén solos en las paradas también pueden llamar, aunque el proyecto está más volcado a las mujeres.
“Identificamos que las mujeres viven en constante vulnerabilidad cuando están solas esperando el autobús y en ese horario crítico el miedo y la seguridad aumentan”, afirmó a EFE José Carlos Angelucci, director-ejecutivo de Relaciones Institucionales de Eletromidia.
El proyectó arrancó este martes en diez paradas de São Paulo. Al menos dos de los diez puntos conectados presentaron fallos técnicos a la hora de iniciar la videollamada, según constató EFE.
En los próximos tres meses esperan instalar 100 puntos entre São Paulo (70), Campinas (20) y Río de Janeiro (10). Estarán funcionando durante un año y después analizarán si es posible mantenerlo en el tiempo y llevarlo a otras ciudades de Brasil, incluso a otros países.
De hecho, una empresa australiana ya se ha interesado por esta iniciativa que empezó como un proyecto piloto, se viralizó en internet y tocó el cielo con el León de Oro en el Festival Internacional de Creatividad Cannes Lions, considerado el más importante de la industria de comunicación.
Fuente: EFE.