Los agentes policiales encontraron rastros de sangre en la vivienda de uno de los detenidos por la muerte de Leidy Amarilla. Según la versión poco creíble del sospechoso, otra persona la asesinó en dicho domicilio y él no pudo reaccionar por amenazas.
Lo que más llamó la atención de los intervinientes que detuvieron a Sergio Ayala González (35), el segundo sospechoso de la muerte de la mujer, son las manchas de sangre que hallaron en su vivienda durante el allanamiento realizado a altas hora de la noche del último martes.
La fiscala Rosa Heinroth comentó que se analizará el ADN para determinar si se trata de la sangre de la víctima.
El detenido y la víctima tenían una relación de negocios, ya que el hombre de 35 años se encargaba de pasar las mercaderías desde el lado argentino, según el subcomisario David Delgado, del Departamento de Homicidios de la Policía Nacional.
La vivienda del sospechoso además se encuentra a unos 200 metros del hallazgo de cadáver, en Nueva Asunción, departamento de Presidente Hayes.
Si bien sus primeras versiones son poco creíbles, las autoridades deben tomar el testimonio y comprobar los hechos en el marco de la investigación, informó NPY.
Ayala relató a las autoridades que observó el crimen el 5 de diciembre pasado, entre las 16:00 y 17:00, el mismo día que desapareció Leidy y que se suponía que estaría trabajando con el pasero.
Según el detenido, cuando llegó a su vivienda encontró a Leidy discutiendo con un hombre, que sería un vecino de la zona, hasta que la víctima recibió un puñetazo en la cara y fue asfixiada.
“A veces pierde credibilidad, pero no se puede obviar estos datos”, reconoció al respecto el subcomisario Delgado.
Daniel Ayala Vega, de 66 años, es padre de Sergio y también fue aprehendido para la verificación de sus datos y la toma de su declaración para esclarecer los hechos. Se tuvo en cuenta además que tiene antecedentes por homicidio.
Durante la mañana de este miércoles, se procedió al inicio de la autopsia de la víctima para determinar cómo fue asesinada.
Leidy Amarilla tenía 42 años y vivía en Caacupé, dejó cuatro hijos huérfanos. Anteriormente ya había denunciado a su ex pareja, Fabricio Noguera, de 23 años, por amenazarla con arma de fuego. El joven se encuentra detenido, pero por violación a la Ley de Armas.
Fuente: Última Hora