Si bien en la oralidad puede ser obvio distinguir los significados de ciertas palabras, a la hora de escribir muchos pueden dudar cómo escribirlas. Conozca algunos ejemplos.
Juan se cayó de las escaleras y finalmente se calló luego de varias horas de criticar a su novia. Lastimosamente, el golpe se lo dio justo en el callo y el dolor fue mayor.
En esta breve descripción es posible distinguir con facilidad las diferencias de las tres palabras, muy similares entre sí.
Decimos que alguien se cayó del verbo caer.
Contamos que alguien se calló del verbo callarse.
Informamos que alguien tiene un callo, en alusión al problema en el pie.
Para algunos podría carecer de importancia la correcta redacción de las palabras, pero a la hora de la verdad, una tilde o una coma son capaces de cambiar por completo un mensaje.
Basta con imaginar que alguien dijera que Juan se calló (pretendiendo aludir a una caída), para que nadie venga a ayudarlo.
Fuente: Diario Hoy