En Puerto Casado, Departamento de Alto Paraguay, una ciudad que se creía tranquila, se vive un ambiente inseguro para los pobladores, quienes sufren las consecuencias de una crisis política con dos jefes comunales. En el distrito, dos intendentes se pelean por el cargo en medio de procesos judiciales, mientras la población es desatendida.
En estos días se evidenció mediante un video captado por vecinos, cómo un grupo de jóvenes se pasean con machetes en manos por la localidad chaqueña, provocando miedo e inseguridad en la ciudadanía.
Es un caso atípico en Puerto Casado, ciudad de Alto Paraguay, donde se registra un bajo índice de delincuencia.
Lo llamativo que ni la Policía, la Fiscalía y mucho menos el municipio intervino ante estas señales de vandalismo, que además de perturbar la paz pública, también pone en riesgo la vida de personas que circulan por la vía pública.
Asimismo, la ciudad atraviesa un conflicto político, debido a que las autoridades están dividas y en disputa constante.
De hecho, existen dos intendentes. Por un lado, está Claudio Martínez, el presidente de la Junta Municipal, quien fue designado como jefe comunal interino en reemplazo de Hilario Adorno, quien es investigado por la Fiscalía y cuenta con una prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la sede de la municipalidad casadeña.
Aun así, Adorno se aferra al cargo con una oficina improvisada en el polideportivo de la comuna, respaldado por un amparo que presentó ante el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE).
La localidad está a pocos días de celebrar 135 años de existencia con una fiesta patronal, la cual recibe cada año a visitantes de diferentes puntos del país.
Sin embargo, en esta ocasión, anteceden a las actividades un ambiente de inseguridad.
Los vecinos no realizan las denuncias de los casos de inseguridad por temor a represalias y por la inacción de las autoridades del orden público.
La población espera que las autoridades tomen las medidas para devolver la tranquilidad a Puerto Casado.
Fuente: Última Hora