Antonio Fariña es el nombre de una persona que, un año atrás, llegó a estar imputado por error. Fue después de que su cédula de identidad (extraviada, y reportada como tal ante la comisaría de Luque) cayera en manos de estafadores, que luego la utilizaron para una compra de mercaderías fraudulentas de 25 millones de guaraníes.
Por una casualidad, Fariña que estaba detenido, coincidió con los dos estafadores que cayeron por otro caso, en una comisaría de Misiones.
Entonces, los dos delincuentes lograron zafar rápidamente de la reclusión, no así Fariña, quien recibió prisión preventiva, aunque poco después la Fiscalía determinó su arresto domiciliario.
Después de engorrosos procedimientos, Fariña fue absuelto, ya que se comprobó su inocencia.
Pero ahora, por otro caso similar, recibió una intimación judicial en la que se le ponía a conocimiento que está acusado de vender dos veces un vehículo robado. Invocan al respecto, su cédula de identidad que se utilizó para la transacción fraudulenta.
“Es de terror lo que me está pasado, ahora me atribuyen ese delito, que es totalmente falso. Usaron la cédula perdida para una estafa. Desmiento totalmente implicancia en este tema, y voy a demostrar que soy inocente”, expresó Fariña a la 730 AM.
Es así que el hombre revive, 365 días después, el mismo infierno de soportar una acusación falsa, hecha sobre la base de un documento de identidad que se le extravió y que, aun siendo denunciado, reflota el drama, posiblemente urdido por los dos estafadores de la primera ocasión.
Fuente: Diario Hoy