Lloviznas suaves y continuas se producen desde las primeras horas de este jueves en el departamento de Amambay, generando alivio a los habitantes, quienes habían soportado varios días de intenso calor y una densa humareda que cubría la región. A diferencia de las fuertes tormentas que azotaron otras partes del país, las precipitaciones en esta zona fueron mansas, favoreciendo principalmente a la producción agrícola, clave para la economía.
La lluvia se produce en el momento justo, ya que las elevadas temperaturas y la sequía prolongada no solo afectaban la calidad del aire, sino que también ponían en riesgo las cosechas. Según los meteorólogos, estas lluvias, aunque no son torrenciales, contribuyen significativamente a mitigar los efectos de la sequía, beneficiando cultivos como la soja, el maíz y otros productos tradicionales de la región.
La humareda que cubría varias zonas del departamento había sido provocada en parte por incendios forestales que se avivaron debido a las condiciones secas y al viento. La lluvia no solo ayudó a limpiar la atmósfera, mejorando la visibilidad y la calidad del aire, sino que también redujo el riesgo de que nuevos incendios se propagaran en áreas vulnerables.
El sector agrícola, que había sufrido por la falta de agua, es uno de los más beneficiados por las precipitaciones. Las pequeñas y medianas explotaciones agrícolas dependen del equilibrio hídrico para garantizar buenos rendimientos, y estas lluvias aseguran que las plantas puedan continuar su crecimiento en condiciones más favorables. Según los agricultores de la región, estas lluvias son una “bendición” que llegó a tiempo para salvar parte de las cosechas.
La Dirección Nacional de Meteorología prevé que las lluvias continúen durante las próximas horas, lo que podría consolidar aún más el alivio para las actividades productivas de la zona. Si bien no se descarta que las lluvias se intensifiquen en otros puntos del país, en Amambay se mantienen dentro de un nivel beneficioso y moderado, lo que permite a los productores locales mirar con mayor optimismo hacia los próximos días.
Estas lluvias representan un respiro tanto para los pobladores, que enfrentaban calor y contaminación, como para el sector agrícola, que se encontraba en una situación crítica. Los agricultores, meteorólogos y la población en general coinciden en que estas lluvias suaves y constantes son esenciales para la recuperación del suelo y la continuidad de la producción en la región.
Fuente: ABC Color