El obispo Gabriel Escobar, del Vicariato Apostólico del Chaco, expresó preocupación por el amedrentamiento a la prensa por parte de fiscales. “No queremos volver a los tiempos de la dictadura, donde se cerraban medios de comunicación y se amedrentaba a la prensa”, señaló.
Las expresiones del obispo Gabriel Escobar, del Vicariato Apostólico del Chaco, se dieron este jueves durante la fiesta patronal del distrito de Puerto Casado, Departamento de Alto Paraguay, donde se realizó la procesión y la misa en honor a San Ramón Nonato.
Ante numerosos feligreses, el obispo expresó su preocupación por la situación que vive el país ante los recientes hechos que afectan a la libertad de prensa.
“Nos llamó la atención, con temeridad por cierto, cuando desde la Fiscalía exigían a unos medios escritos de comunicación de la ciudad capital revelar sus fuentes de información y nos preguntamos con qué objetivos”, manifestó.
En ese sentido, indicó que la impresión que da es que se quiere amedrentar a los medios de comunicación que buscan llegar a la verdad de las cosas, a través de sus artículos, y arrojar luz para que ya no se robe más dinero a todos los paraguayos.
“No queremos volver a los tiempos de la dictadura, donde se cerraban medios de comunicación y se amedrentaba a la prensa escrita, oral, televisiva e inclusive, desapareciaban a algunos”, remarcó el obispo.
De igual manera, instó a la ciudadanía ayudar a que salgan a la luz los casos de corrupción y que se esclarezcan los casos, como la situación del IPS y el futuro de los asegurados en cuanto a la caja de jubilaciones, además del Anexo C de Itaipú y los robos que hubo en plena pandemia del Covid.
“No podemos ser indiferentes (a este ataque a la prensa). Por algo decimos que la prensa es el cuarto poder”, enfatizó Escobar.
Con las nuevas autoridades que asumieron recientemente a nivel nacional y departamental, el prelado sostuvo que el pueblo tiene mucha esperanza de cambios y que el Gobierno entrante combata la inseguridad reinante en todo el país, azotada por robos, asaltos al estilo comando, violencia, vizcacheros y abigeatos.
En la homilía, el obispo no dejó de mencionar otra de las tantas preocupaciones que afectan a la población de Puerto Casado y al departamento de Alto Paraguay, haciendo referencia a los jóvenes que están hipotecando su futuro a causa de los estupefacientes como la cocaína y otras drogas que los están destruyendo.
Destacó que en el distrito existen varias instituciones públicas que hace diez años no había, como el Poder Judicial y la Fiscalía, además de la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia y la Codeni, que pueden ayudar a combatir el microtráfico.
El monseñor señaló que la justicia debe ser más expeditiva y recordó el caso del accidente de ruta que sufrieron indígenas Maskoy, donde hubo fallecidos y la causa hasta ahora no tiene una condena. Ante esto, el religioso puso en duda la actuación de los encargados de justicia.
“¿Será que la vida nuestra no vale o tenemos paraguayos de primera, segunda y tercera clase?”, cuestionó el prelado ante la presencia de centenar de pobladores que asistieron en la misa por la fiesta de San Ramón Nonato.
Además, se refirió al aumento de los casos de feminicidios y sostuvo que hace falta la aplicación de un protocolo en cada denuncia de violencia.
El municipio de Puerto Casado declaró asueto este jueves para que los vecinos puedan participar de la festividad.
Fuente: Última Hora