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Obispo urge gestión transparente a autoridades y reclama falta de resultados en caso Pecci

Monseñor Joaquín Robledo, obispo de San Lorenzo, en el octavo día del novenario en honor a la Virgen de Caacupé, urgió a las autoridades una gestión transparente para superar la pobreza que golpea a los paraguayos. También, recordó a los secuestrados, la falta de esclarecimiento del crimen de Marcelo Pecci y la desaparición de la niña Yuyú.

En el octavo día del novenario de la Virgen de Caacupé, monseñor Joaquín Robledo, obispo de San Lorenzo, reflexionó sobre el compromiso en la vida comunitaria y mencionó las actitudes que deben caracterizar la conducta cristiana y que son la sencillez, misericordia, jovialidad, caridad auténtica, detestando el mal y adhiriéndose al bien, amor recíproco, estima, diligencia y el servicio con espíritu fervoroso.

“El Evangelio nos llama a comprometernos en la vida comunitaria. Todos estamos llamados a comprometernos y a construir la comunidad y la fraternidad entre nosotros; una comunidad basada en la verdad y en el amor porque somos imagen y semejanza de Dios”, mencionó ante los fieles y peregrinos que llegaron hasta la Basílica.

Siguió mencionando que como personas necesitamos vivir en comunidad y tomar compromiso con ella.

“Cada uno tiene deberes con la comunidad que deben estar orientados al bien común. Comprometerse supone y exige la práctica de la justicia; significa amar a Dios y al prójimo. Comprometerse en la vida comunitaria significa respetar la dignidad humana”, enfatizó.

Igualmente, explicó que el comprometerse con la vida comunitaria significa respetar a la persona, sus derechos y su dignidad, más aún las autoridades frente a la inseguridad, el tráfico y consumo de las drogas.

En ese punto, recordó a los secuestrados Edelio Morínigo, Óscar Denis, Félix Urbieta, también la desaparición de la pequeña Yuyú y tampoco dejó pasar el esclarecimiento de la muerte del fiscal Marcelo Pecci.

“Es también vital el respeto y protección a la vida, aún la oculta en el seno materno, y la lucha contra la corrupción que desangra los recursos destinados a los más pobres. Hemos de respetar siempre la vida porque la vida es sagrada”, destacó.

Siguió su sermón indicando que corresponde a la autoridad decidir, en nombre del bien común, entre los distintos intereses facilitando lo que se necesita para llevar una vida verdaderamente humana con alimento, vestimenta, salud, trabajo, educación y derecho a fundar una familia.

Urge una gestión transparente

El obispo afirmó que urge exigir a las autoridades una gestión transparente y efectiva para superar la inequidad y la pobreza que aún golpean a miles de familias paraguayas, especialmente en el campo y en los cinturones de las grandes ciudades. Además, instó a proveer servicios básicos de calidad para todos.

“Comprometerse con la vida comunitaria, desde la óptica del bien común, implica la paz, la estabilidad y la seguridad del orden justo. Supone que la autoridad asegura, por medios honestos, la seguridad de la sociedad y de sus miembros”, profundizó.

Esto incluye, a su criterio, garantizar la seguridad jurídica, la lucha frontal contra el crimen organizado, que busca infiltrarse en las instituciones y la necesidad de una justicia independiente, imparcial y sin privilegios, que es la base de toda paz social.

“Que la Fiesta de la Virgen de los Milagros de Caacupé nos motive y nos comprometa en la vida comunitaria”, añadió y dijo que el bien común no es tarea exclusiva de las autoridades “sino un desafío y una responsabilidad de todos y cada uno de los paraguayos, según nuestras posibilidades y posición social”.

El religioso, por último, manifestó que la construcción del bien común exige ir más allá del beneficio individual y pensar en la solidaridad intergeneracional.

Fuente: Última Hora

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