En un resultado que rompió todos los pronósticos, el Chelsea se proclamó este domingo como el primer campeón del flamante Mundial de Clubes de 32 equipos. El conjunto londinense goleó 3-0 al Paris Saint-Germain, el actual campeón de Europa, en una final disputada a las afueras de Nueva York que marcó un hito en la historia del fútbol.
Con un juego sólido en todas sus líneas y la brillantez del mediocampista ofensivo Cole Palmer, de 23 años, los Blues dieron un paso gigante en su regreso a la élite del balompié mundial, tras varias temporadas de grandes inversiones y resultados irregulares. Palmer fue la gran figura, anotando un doblete a los 22 y 30 minutos, y luego asistiendo al brasileño João Pedro (43′) para sentenciar la final en la primera mitad. El encuentro se llevó a cabo en el estadio MetLife, donde estuvo presente el presidente estadounidense, Donald Trump, en la cuenta regresiva para el Mundial de selecciones de 2026 que organizará su país junto a México y Canadá.
El equipo dirigido por el italiano Enzo Maresca cierra la temporada con dos títulos, sumando este Mundial de Clubes a la Conference League conquistada a finales de mayo. Esta victoria no solo les otorga el prestigio de ser los primeros campeones del nuevo formato, sino que también los convierte en el único club en la historia en haber ganado todos los torneos internacionales de Europa. A pesar del cansancio acumulado por una extenuante campaña y las altas temperaturas en Estados Unidos, los ingleses lograron neutralizar el fútbol «hipnótico» del PSG, que llegaba como favorito tras haber ganado la Liga de Campeones y haber goleado 4-0 al Real Madrid en semifinales.
El Chelsea logró su segundo trofeo de campeón mundial (el anterior fue en el formato antiguo en 2021), demostrando un ímpetu inquebrantable a lo largo del torneo. Tras una inesperada derrota inicial ante el Flamengo, los Blues se levantaron y superaron al Benfica, Palmeiras y Fluminense, sepultando los sueños sudamericanos de llegar a la final. En el MetLife, ante 81.118 espectadores, la mayoría de ellos seguidores del Chelsea, el equipo de Maresca mostró desde el pitido inicial su determinación, asfixiando al PSG con una presión alta intensa y aprovechando la banda izquierda parisina con balones largos, para sellar una victoria histórica que los corona como los nuevos reyes del mundo.
