Autoridades del Ministerio de Justicia y de la Policía Nacional realizaron una requisa en la mañana de este jueves en la cárcel de San Pedro. El procedimiento busca separar a miembros de una nueva facción criminal, liderada por ex miembros del Clan Rotela, en medio de una crisis por la superpoblación del penal.
Desde el Ministerio de Justicia comunicaron el traslado de seis internos de la Penitenciaría Regional de San Pedro, tras una requisa realizada en la mañana de este jueves por parte de funcionarios penitenciarios y agentes policiales.
El operativo se llevó a cabo en el pabellón B Alta del penal, a las 06:40, con el objetivo de buscar elementos y sustancias prohibidas, presumiblemente drogas.
Los reclusos trasladados habrían agrupado a sus compañeros para formar una nueva facción tras las rejas al que denominaron Pueblo de Israel, desprendiéndose del Clan Rotela, informó Carlos Aquino, periodista de Última Hora.
El líder de la agrupación sería Juan Javier Rodas Román (42), alias Picholi, trasladado de Tacumbú a San Pedro el 18 de diciembre de 2023. Luego de la operación Veneratio, fue expulsado del Clan Rotela y desde aquel entonces habría fundado el nuevo grupo criminal.
El grupo también está conformado por Ronal Herminio Cantero Ibáñez, Carlos Damián Fernández González y Édgar Ríos Bernal. Todos ellos fueron trasladados a la Penitenciaría de Minga Guazú, bajo fuerte custodia policial.
Días pasados se habían filtrado videos, donde se observa a los miembros arengando y al supuesto jefe de la facción bebiendo una cerveza en el interior de su celda.
Durante la inspección en uno de los pabellones del penal, los intervinientes hallaron diversos objetos prohibidos, entre ellos, armas punzantes de fabricación casera (estoques y varillas de hierro), marihuana, cocaína tipo crack y bebidas alcohólicas. También se encontraron teléfonos celulares, cargadores y tarjetas de memoria.
De acuerdo con el anuario del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP), la Penitenciaría Regional de San Pedro es la que más ampliamente supera su capacidad, en un 1.076%. Cuenta con espacio para 696 reclusos, pero alberga a 1.592 internos.
Además de las condiciones de hacinamiento, los reclusos duermen en el piso y pasan hambre, tampoco cuentan con la asistencia de defensores legales, médicos ni sicólogos, según el MNP.
El 16 de junio de 2019 se dio una masacre en el interior del penal, donde fueron decapitados 9 reclusos, tras el conflicto entre miembros del PCC y Clan Rotela. Los internos grabaron lo ocurrido y difundieron videos donde se veía que quemaban vivas a algunas de las víctimas.
Fuente: Última Hora