Poco antes de asumir el Gobierno, el ministro del Interior Enrique Riera hacía rimbombantes anuncios de una lucha frontal contra la delincuencia y el microtráfico. Hoy al completar los primeros 100 días, tuvo que admitir que fracasó.
El titular de la cartera de seguridad reconoce que pese a los esfuerzos del Gobierno y las acciones emprendidas en estos primeros meses, no fueron suficientes para contrarrestar la ola de inseguridad que azota al país.
En tono desanimado y autocrítico, Riera hizo un balance de la situación y sostuvo que a la cartera a su cargo le falta más presupuesto y más recursos humanos para poder hacer frente a la delincuencia.
“Es una lucha asimétrica, nos faltan más efectivos, más presupuesto”, expresó el ministro. “Considero que, con absoluta autocrítica, estamos perdiendo la batalla contra la delincuencia. Es una lucha asimétrica”, expresó.
El ministro del Interior señaló que no todos ven el cambio que se realizó para combatir la inseguridad.
Dio como ejemplo el cambio interno de la Policía Nacional, alegando que “hay un comandante que no tiene manchas y es el mejor egresado”.
“Aunque hay un nuevo comisario, el mejor egresado y sin manchas, y más de 60 comisarios pasaron por el polígrafo, no se ven los resultados inmediatos. Y la ciudadanía no se beneficia mientras la inseguridad persista en las calles”, añadió.
Sin embargo, un punto principal para Riera radica en el tema presupuestario, situación que lo tiene a maltraer desde que asumió el cargo.
“Ahora estamos en la etapa del diseño presupuestario. Tenemos que cambiar el organigrama. Nada de eso le sirve a la ciudadanía, y en este momento están llegando 608 motos Linces”, sostuvo.
Precisamente, el secretario de Estado minimizó denuncia por presunta extorsión y agresión presentada por un joven de 19 años contra cuatro agentes del Grupo Lince, al referirse como “un pequeño incidente” dentro de las filas policiales.
Indicó que este caso es el cuarto que detectaron en los primeros 100 días de Gobierno y citó que tuvieron hechos graves en Luque, Departamento Central; Alto Paraná y en Canindeyú, zona en la que desmantelaron ocho comisarías.
No obstante, el ministro destacó que los esfuerzos del Gobierno no se reflejan en una reducción visible de los hechos delictivos, un aspecto que, según él, contribuye a la percepción de derrota en la lucha contra la delincuencia.
“Cuando la gente ve en las noticias los actos de violencia, se crea una sensación de inseguridad que es difícil de contrarrestar”, aseveró.
Al ser consultado si se siente derrotado o debilitado por admitir la pérdida contra la delincuencia, Riera dijo que “los datos y estadísticas no sirven a la ciudadanía”.
Afirmó que la realidad se refleja en las calles, donde el incremento de situaciones delictivas, especialmente las escenas de motochorros, es alarmante.
El ministro se comprometió en ahondar esfuerzos para poder contrarrestar la ola de inseguridad que vive el país.
Fuente: Última Hora