La Universidad Autónoma de Luque (UAL) y la Universidad Privada del Guairá (UPG), siguen funcionando en forma irregular en la ciudad de Pedro Juan Caballero, donde resolvieron fusionarse, pero sin que ambas universidades tengan la carrera de Medicina autorizada y habilitada por el ente regulador de la enseñanza superior en Paraguay, CONES (Consejo Nacional de Enseñanza Superior).
Tampoco se puede tener acceso a muchas informaciones al respecto, ya que las gacetillas de la UAL – UPG, sede Pedro Juan Caballero, están escritas en el idioma latín y dice cualquier cosa antes de hablar de la carreras o plan de estudios que ofrece la institución «mau”. Demás está decir que siguen ofreciendo ventajas que a la larga perjudican al estudiante y a la buena reputación de la carrera de Medicina en Paraguay.
Un claro ejemplo de la desmedida corrupción y falta de seriedad de la citada institución, es la de ofrecer a los alumnos del primer semestre de cualquier otra universidad, que tiene habilitada la carrera de Medicina legalmente, para que puedan saltar del primer semestre al 7° y 8° semestre de acuerdo a la oferta del interesado, negligenciando de manera criminal la concesión de notas en materias fundamentales de las asignaturas de la carrera de Medicina.
Esta práctica “criminal” atenta contra el esfuerzo de los directivos de todas las universidades que, a duras penas, con esfuerzo, dedicación y sacrificio, además, del desgaste económico, han logrado posicionar a sus instituciones entre las acreditadas y habilitadas por los entes reguladores de la enseñanza superior universitaria en Paraguay.
Esta descomunal falta de respeto y consideración a los procesos de habilitación y acreditación de una exigencia muy estricta que requiere adecuaciones y actualizaciones de la universidad legalmente establecida. Es necesario que las autoridades del Viceministerio de Educación Superior, el Concejo Nacional de Educación Superior y la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior, actúen con rapidez, eficiencia y con todo el rigor de la ley para erradicar de una vez las criminales prácticas de estas instituciones truchas y que los responsables de tal delito sean condenados a pagar la sanción aplicable a esta clase de delincuencia.
El Vice-Ministerio de Educación Superior, el CONES y la ANEAES, deben proteger a las instituciones que pasaron por un largo, tedioso y costoso proceso de habilitación y acreditación para imponer respeto a sus propias instituciones, dando así garantías de una educación superior de calidad, cuyas contribuciones son por demás importantes para elevar al Paraguay al “status” de país serio y comprometido en la lucha contra todo tipo de hecho de corrupción, sin contemplaciones ni privilegios, para que, en el futuro no muy lejano, el Paraguay se convierta en el centro de la formación de excelentes profesionales en todas las áreas y en especial en el área de la Medicina.