La Universidad Autónoma de Luque (UAL) y la Universidad Privada del Guairá (UPG), ambas fusionadas en Pedro Juan Caballero, se hallan manchadas por una serie de irregularidades por la forma en que proporciona el estudio de la carrera de Medicina, ya que no cuenta con la acreditación correspondiente por parte de altas autoridades educativas del país, poniendo en peligro la calidad educativa universitaria y la salud pública.
La Universidad Autónoma de Luque (UAP) exhibe en su fachada escritos afirmando estar debidamente acreditada y por el CONES (Consejo Nacional de Enseñanza Superior), siendo que realmente no lo está, procediendo de forma irregular, ofreciendo a estudiantes paraguayos y provenientes de Brasil, saltar varios cursos y títulos de profesional médico sin haber completado adecuadamente las etapas importantes de la formación.
Tampoco cuenta con aprobación de autoridades rectoras de la carrera de Medicina, en lo que respecta a plan de estudios, infraestructuras u otros tipos de recursos para el ambiente académico de los estudiantes, como también de docentes capacitados.
Se suma a la vez la desidia de altas autoridades educativas a nivel nacional para su regulación y de la Fiscalía para una intervención, a pesar de las denuncias periodísticas que han desnudado las irreguarides reflejadas en la UAP.
Esta práctica tiende cada vez más a poner en peligro la calidad educativa del sector universitario en la carrera de Medicina y al mismo tiempo al sistema de salud pública del Paraguay y del Brasil, de donde también provienen jóvenes para ser médicos, que son inmiscuidos en estas irregularidades.
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